Hace dos horas, mientras me duchaba, vino a casa y le dijo a Nathan que me dijera que septiembre está cerca y no podemos seguir con esto. Y encima se lo dice a él! Aun sabiendo que no debería porque Nathan no sabe nada de la historia. No entiendo qué ha pasado ni qué he podido hacer para que haya tomado esa decisión. Todo iba sobre ruedas.
¿Acaso soy mala persona y no me he dado cuenta? ¿O habrá conocido a otro? Pero, ¿a quién? ¿Y tan rápido? No puede ser. Ha tenido que ocurrir algo.
Le he enviado un mensaje por whatsapp y no responde, ni siquiera aparece la última vez que estuvo en línea así que debe de haberme bloqueado en su agenda. Voy a llamarlo a ver si responde.
Nada. Por qué me hace esto? ¿Por qué ha cortado todo tipo de comunicación sin derecho a réplica? ¿Qué he podido hacer para merecerme ésto? No lo entiendo y me duele, me duele profundamente. Una vez más, aun no queriendo y luchando contra mis sentimientos, le abro el corazón a alguien y salgo perjudicado. Me habría ido mucho mejor si aquel día lo hubiera dejado durmiendo en mis escaleras sin hacerle caso. ¿Qué gana él con ésto? ¿Sería parte de su apuesta? Espero que no, porque la idea de haber sido engañado durante estas semanas y que se hayan molestado en hacer el paripé de la feria, e incluso de pegarme en la playa sólo por una apuesta me parecería ya no de niñatos, sino de enfermos necesitados de un buen psiquiatra.
Encima Nathan se ha puesto a preguntarme por Matt y he tenido que disimular diciendole que no sé a qué se refería con lo que le dijo, y que me no me importa porque no es alguien que conozca a fondo. Aun queda más de un mes hasta que llegue la hora de volver a Norwalk y me veo atrapado en un verano horrible agobiado por la presencia de Nathan (que ha estado muy muy muy raro desde que llegó ayer) y angustiado por la ausiencia de Matt.
Vaya planazo. :(
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