Empezando una nueva vida

...en todos los sentidos habidos y por haber que puedan tener esas palabras.

Mañana no es sólo mi primer día de universidad, sino también lo que podría ser el comienzo de una nueva etapa de mi vida completamente distinta a la anterior. Nuevo lugar de estudio, nueva ruta en el metro, nuevas cotumbres, nuevos compañeros, nuevos profesores y nuevas oportunidades. Menos mal que tengo a Sussan conmigo porque no creo que fuese capaz de enfrentarme a todo eso yo solo. Evidentemente, a las clases sí iré solo, pero ahí estaré entretenido y no tendré ocasión de pensar en lo que o en quién no debería. Y si necesitara consuelo urgentemente en un momento inesperado de bajón, tendría a mi mejor amiga cerca; así que no quiero darle más vueltas al tema y simplmente trataré de actuar como si no hubiera pasado nada. Yes we can!

...levantarse y seguir caminando

Tengo ésto muy abandonado, pero la verdad es que no me apetece nada hablar. Ni hablar ni escribir. No tengo nada nuevo que contar, salvo que finalmente llegué a tiempo y entregué la matrícula a última hora. En poco más de una semana seré un chico universitario. Un chico universitario, trastornado, martirizado y con un miedo atroz, pero universitario. Habrá que dar ejemplo y comportarse como tal, supongo.

Justamente hoy estaba escuchando una canción de P!nk y me he dado cuenta de que tiene muchísima razón. Me la he aplicado y creo que va a ser mi filosofía de vida. Me he sentido muy identificado con la letra, resume en tan sólo un párrafo todo lo que he venido pensando y escribiendo estos meses. ¿No creéis?

Tocado y hundido.

Todavía no me puedo creer que hace una semana a esta hora estaba volviendo de St. Lucas, con mi billete de tren para volver a Norwalk en una mano y la mano de Matt en la otra. Y ahora estoy aquí, en Norwalk, el lugar al que tanto miedo me daba volver, sin billete porque ya lo he usado y sin Matt porque alguien se lo ha llevado. Es en momentos como este en los que realmente me planteo qué o quién decidió que le tocaba irse a él. ¿Existe Dios? Desde luego que el que alaban en la Iglesia no. Si existe un Dios creador, tiene que ser alguien sin escrúpulos que no distingue entre el Bien y el Mal, sino que se limita a hacer lo que le viene en gana o cree conveniente, sin tener en cuenta las consecuencias de sus acciones.

No es normal que alguien con 17 años, que se comía el mundo con su sonrisa y reflejaba el universo en sus ojos, no haya podido disfrutar de su vida como se merecía.

Vuelvo a casa

Sigo roto, con la diferencia de que ahora lo estoy en un vagón del tren y no en la cama de mi habitación. No sé ni como aún me quedan lágrimas, a estas alturas ya debería estar seco por dentro. La gente me mira de forma rara y más de uno se ha acercado a preguntarme si me encuentro bien. Supongo que no todos los días se encuentra uno a un pasajero de un tren con los ojos morados, la cara desfigurada y que no para de llorar. Siento ganas de romper algo y aún me quedan 45 minutos de trayecto hasta llegar a Norwalk, más el rato en coche hasta casa.

lo peor que podía haber pasado

....no sé ni por donde empezar. Estoy roto por dentro. Matt... pffff

Joder por qué?




No puedo. Lo siento.




Te quiero.

Matt al aparato part II

El rubio al habla de nuevo. Ryan está preparando lo de la *abro comillas* cena sorpresa *cierro comillas* así que, como me aburro esperando, mientras me tomo una cerveza me aguantáis vosotros. Ja!

Hemos pasado el día en una mini playa fantástica que no sabía ni que existía. Fuimos en moto de agua y no he pasado más miedo en mi vida jajaja. Entre la velocidad, que nunca me había montado en una y lo mal que "conduce" Ryan... Más de una vez pensé que acabaríamos en el agua! Pero mereció la pena. Es lo más romántico que han hecho por mi en mi vida, aunque con 17 años tampoco es que haya tenido tiempo para que me ocurran cosas así, pero bueno... La primera de muchas!

1 sorpresa, 1 moto y 1 playa desierta

Hoy le tengo preparada una sorpresa a Matt. Ayer no caí en la cuenta de que había hablado de la cena aquí en el blog, así que cuando Matt lo leyó se descubrió el pastel, por lo que a última hora organicé una nueva sorpresa para por la mañana. ¡Este a mí no me pilla!

Nos vamos de escapada romántica a una playa cercana y solitaria que hay más allá del pueblo, y para ello voy a alquilar una moto de agua. Espero no cagarla mucho, que aprendí a manejarlas el año pasado pero va a ser la primera vez que haga un trayecto alejado de la playa. Ya tengo preparados los bocadillos y algunas bebidas... y me voy pitando que he quedado con él en el paseo del centro. ¡Ya os contaré!

Matt al aparato!

Hola ciber seres del ciber mundo!

Ryan acaba de contarme que existe este blog y no he podido evitar pasar por aquí a dejar mi huella. Chicos, no sabéis lo mal que lo he pasado leyendo según qué cosas. Me siento super culpable por haber hecho sufrir a Ryan durante semanas sólo por no mover el culo y decidirme a hablar con él para que me explicara lo que estaba pasando. Menos mal que al final acabé armándome de valor, eh?

Me han dado una paliza...

...a los bolos!

Yo de chulo pensando que le iba a dar un repaso a Matt y el repaso me lo he llevado yo. Mucho quejarse de los zapatos y demás pero me da que ese niño lleva todo el verano metido en la bolera del centro comercial.

Matt ha hecho 117 puntos y yo unos humillantes 56. ¡Menos de la mitad! He estado a punto de retirarme y, evidentenemente, me he negado por completo cuando ha querido jugar otra. Ni de coña.

Cuando la felicidad está delante de tus narices

Todos queremos alcanzar la felicidad. Todos. Pasamos días, noches y más días buscándola. Es el motor que mueve nuestra vida y el corazón que impulsa nuestros actos. Realmente es lo único que tenemos claro. Estamos aquí para ser felices, de momento. Y, en ese transcurso, pueden ocurrir mil cosas... Creo que acabo de tener un déjà vu de esos.